martes, 17 de agosto de 2010

SALIVA



Tercer día de ayuno.
Los ojos inyectados en sangre a causa del calor y la dieta,
se ocupan en evitar miradas directas.

Huyen del saludo, los alientos apestan.

Cabezas bajas, movimientos torpes, manos sin fuerza.
Los cuepos blandos, las voces taimadas,
los comerciantes y los garsonlar
1 no ocupan hoy las aceras.

Disminuye el ruido, la actividad cesa,
la ciudad se derrite, pesada, triste y lenta.
El sol aprieta, aprieta......y aprieta.

De vez en cuando un suspiro de brisa que sube del Bósforo,
ofrece una tímida tregua.
La espera se huele, interminable...intensa.

¡Duelen las entrañas!
¡Qué Güneş
2 adelante su reloj de pulsera,
qué se haga la sombra,
qué las carpas se enciendan!


¡Qué se encuentren las ganas reunidas entorno a la mesa,
que las bocas saliven,
el iftar
3 llega...ay, sí! ¡Ya llega!

Tres dátiles lo anuncian,
con su carne dulce, obscena,
y el placer se derrama en las bocas llenas.

1Plural de la palabra turca garson que significa camarero y que como puede apreciarse se trata de una adaptación fonética de la palabra francesa garçon.
2En turco significa Sol
3Iftar es la primera comida que rompe el ayuno del día durante el mes de ramadán. Tiene lugar una vez se ha puesto el sol.

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